El mundo videojueguil está tranquilo últimamente. Después de que los grandes títulos ya estén en la calle, hay una extraña calma pre-navidades que no sé si presagia tormenta. El único juego que me viene ahora a la cabeza para principios de 2011 es el Space Marine, que tiene una pintaza cojonuda para los que nos gusta warhammer 40k. Pero por mucho que pienso no me sale ningún título más. Quizá el Resistance 3, pero creo que va a tardar más. Ni assassin's creed, ni call of duty (a ver qué pasa con estos, por cierto), ni gran turismo, ni fallout, ni god of war, ni devil may cry (porque me niego a considerar el nuevo título como de la saga).
Lo que significa que, en efecto, el mundillo funciona por secuelas. Los juegos ya no nacen para ser one-shot-story, nacen para crear un mundo en el que se ambienten siete más. ¿Es esto malo? Pues no, pero tampoco bueno. Por un lado, cuando sale la nueva secuela uno sabe que hay unos estándares de calidad y una trama atractiva, pero no deja de ser más de lo mismo. Por otro, una nueva IP añade frescura, universos, personajes, la palabra NUEVO... Pero hasta que no tienes el juego no sabes si el "nuevo sistema de combate que mezcla elementos RPG con los clásicos beat'em up" funciona de verdad o es una cagada.
Veamos qué se va sacando 2011 de la manga, y mientras tanto esperemos que el futuro de los videojuegos no pase por saber bailar y cantar. Dios nos asista.
No hay comentarios:
Publicar un comentario