Señoras.
Señores.
Hace apenas un mes que escribí Ermitaño paranoide #2, una entrada sobre mi resquemor hacia los smartphones y la nueva dirección del mundo de la telefonía móvil.
Tengo un smartphone ahí al lado.
Veamos. No, no se lo niego; me he vendido. Como lo oyen. Me he dejado deslumbrar por el lujo y la vanidad y he desechado todo ese aire de rebeldía y libertad. He cogido un smartphone, con tarifa de datos, claro, y sólo me falta instalar facebook para terminar de cambiar de capa.
Pero déjenme poner sobre la mesa un par de argumentos antes de prender la pira.
Una de las cosas de las que me quejaba era el coste asociado a estar en la onda. Para remediarlo, he buscado la tarifa más barata y espero que esto no me suponga un problema a largo plazo.
También me quejaba de la figura del autoantisocial. Bien, está en mis manos no acabar uniéndome a ellos. Haré todo lo que pueda, aunque visto lo visto pasado mañana seré un fiel converso.
Lo que más me rechinaba era la pérdida de privacidad. En ese aspecto he abierto las puertas de mi casa y regalado las llaves aleatoriamente. Las aplicaciones te piden una barbaridad de permisos para funcionar, flagrantes en su mayoría, pero si no aceptas te quedas con un bonito cacharro táctil que hace bien poco.
Pero lo que me hizo cambiar de opinión, lo que de verdad provocó el cambio tan radical, fue un pensamiento nostálgico. Hace 10 años, si te pedían el número del móvil y no tenías no existías. Hace 5, si no tenías correo electrónico tu vida social y comunicaciones se veían gravemente limitadas.
Hoy, si no tienes un smartphone estás definitivamente out.
Soy el último en enterarme de que tengo que dirigir una partida de rol, soy el último en enterarme de que hemos quedado en tal sitio, estoy apartado del cotilleo local. Me siento cada vez más alienado, sin esa herramienta mágica que suena cada dos por tres y que tanta alegría parece transmitir.
Pues no seré el último que resista, no seré el espartano, no seré el numantino. Me he rendido y me he unido a la gente in, al presente.
Y el jodido aparato se calienta un huevo.
lunes, 31 de octubre de 2011
sábado, 29 de octubre de 2011
Búsquedas
Queridos lectores, me siento bastante turbado.
Una de mis aficiones es leer las búsquedas que ha utilizado la gente para llegar hasta el blog. La mayoría son nombres de juegos, obviamente, pero hay algunas que no. Siempre quise hacer una recopilación, pero nunca lo hice, y como homenaje a las búsquedas bizarras hago esta entrada.
Alguien ha llegado aquí poniendo en google "cómo contratar una prosti en saints row".
Como lo oyen.
Podemos preguntarnos muchas cosas. En primer lugar, cómo se contratan de facto estas señoritas en el mentado juego. Por imaginería popular suponemos que hay que acercarse, desde un coche quizá, y detenerse cerca de la muchacha deseada. Ésta, alertada, se acercará al vehículo y se subirá en él, como parte del rol que interpreta. El resto no lo pide la búsqueda.
También podemos preguntarnos por qué coño he salido en google si no he dedicado una puta entrada al saints row, pero eso escapa a mi comprensión.
En otra línea de pensamiento, quizá nos extrañe que alguien haya buscado en google cómo contratar una prostitua en un videojuego. Puede extrañarnos que no sepa, puede extrañarnos que decida buscarlo en internet, puede extrañarnos qué hacía para desear tal actividad. Pueden extrañarnos muchas cosas, definitivamente.
Ah, el siglo XXI. Nunca dejará de sorprenderme.
Una de mis aficiones es leer las búsquedas que ha utilizado la gente para llegar hasta el blog. La mayoría son nombres de juegos, obviamente, pero hay algunas que no. Siempre quise hacer una recopilación, pero nunca lo hice, y como homenaje a las búsquedas bizarras hago esta entrada.
Alguien ha llegado aquí poniendo en google "cómo contratar una prosti en saints row".
Como lo oyen.
Podemos preguntarnos muchas cosas. En primer lugar, cómo se contratan de facto estas señoritas en el mentado juego. Por imaginería popular suponemos que hay que acercarse, desde un coche quizá, y detenerse cerca de la muchacha deseada. Ésta, alertada, se acercará al vehículo y se subirá en él, como parte del rol que interpreta. El resto no lo pide la búsqueda.
También podemos preguntarnos por qué coño he salido en google si no he dedicado una puta entrada al saints row, pero eso escapa a mi comprensión.
En otra línea de pensamiento, quizá nos extrañe que alguien haya buscado en google cómo contratar una prostitua en un videojuego. Puede extrañarnos que no sepa, puede extrañarnos que decida buscarlo en internet, puede extrañarnos qué hacía para desear tal actividad. Pueden extrañarnos muchas cosas, definitivamente.
Ah, el siglo XXI. Nunca dejará de sorprenderme.
miércoles, 26 de octubre de 2011
Riámonos de WoW
Si alguien no conoce World of Warcraft, bien por él.
Para los demás, se ha desvelado la temática de la nueva expansión. Podemos hacer un juego: decidme qué animal creéis que representa a la nueva raza y en qué época histórica se ambienta.
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PANDAS EN JAPÓN FEUDAL. O China feudal, que no estoy muy puesto en su historia. ACOJONANTE.
Siempre diré que soy seguidor de la serie Warcraft, al menos hasta el tercer episodio. A raíz de WoW todo se fue al carajo y un multijugador online con estética infantil y gráficos mediocres sigue hoy día con miles de suscriptores. ¿Soy el único equivocado? Dios santo, para hacer lo mismo tenéis Lineage II y Warhammer age of reckoning, que al menos tienen interfaces gráficas mucho más atractivas.
Pero me estoy desviando. Sí, en Blizzard han decidido apostar por el carisma de estos simpáticos mamíferos y colocarlos en una época chocante para el occidental medio. Si estaban fumando marihuana, tomando cartones de LSD y bebiendo vodka cuando lo decidieron es algo que no me compete a mí averiguar (lo doy por supuesto). El caso es que la red se ha puesto las botas riéndose de ellos, y han enviado un comunicado en plan "no os riáis de nosotros, que además la nueva raza es súper hardcore y blablabla". Con esto demuestran que no entienden al consumidor. En vez de tratar de hacer de las burlas un punto a favor, humorizando la situación, se ponen a la defensiva cual niño pequeño.
En fin, yo sólo quería que aprovecharais para carcajearos un rato con esta empresa y que os sumarais al jolgorio de los pandas, más que nada por joder.
:D
Para los demás, se ha desvelado la temática de la nueva expansión. Podemos hacer un juego: decidme qué animal creéis que representa a la nueva raza y en qué época histórica se ambienta.
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PANDAS EN JAPÓN FEUDAL. O China feudal, que no estoy muy puesto en su historia. ACOJONANTE.
Siempre diré que soy seguidor de la serie Warcraft, al menos hasta el tercer episodio. A raíz de WoW todo se fue al carajo y un multijugador online con estética infantil y gráficos mediocres sigue hoy día con miles de suscriptores. ¿Soy el único equivocado? Dios santo, para hacer lo mismo tenéis Lineage II y Warhammer age of reckoning, que al menos tienen interfaces gráficas mucho más atractivas.
Pero me estoy desviando. Sí, en Blizzard han decidido apostar por el carisma de estos simpáticos mamíferos y colocarlos en una época chocante para el occidental medio. Si estaban fumando marihuana, tomando cartones de LSD y bebiendo vodka cuando lo decidieron es algo que no me compete a mí averiguar (lo doy por supuesto). El caso es que la red se ha puesto las botas riéndose de ellos, y han enviado un comunicado en plan "no os riáis de nosotros, que además la nueva raza es súper hardcore y blablabla". Con esto demuestran que no entienden al consumidor. En vez de tratar de hacer de las burlas un punto a favor, humorizando la situación, se ponen a la defensiva cual niño pequeño.
En fin, yo sólo quería que aprovecharais para carcajearos un rato con esta empresa y que os sumarais al jolgorio de los pandas, más que nada por joder.
:D
martes, 25 de octubre de 2011
Heroes of Might and Magic VI: primeras impresiones
Dudo que alguien no conozca esta serie de juegos de estrategia. Por si hay algún depistado, se trata de una de las sagas con más solera en el mundo del PC y con títulos extremadamente buenos a sus espaldas. En Heroes controlábamos una serie de ciudades y personajes y teníamos que gestionar recursos para mejorar estas ciudades y producir criaturas cada vez más letales, con el objetivo de conquistar los bastiones enemigos.
Pues bien, la sexta iteración de la saga trae unos cuantos cambios y los que he visto me han parecido a peor.
En primer lugar, el apartado gráfico se me antoja exactamente igual que el del capítulo anterior. Esto de hecho no es malo, en absoluto; es un juego que se disfruta igual así que en 2D. Pero en ocasiones los tiempos de carga del escenario son enormes sin razón aparente.
Las ciudades, que siempre habían tenido mucho peso estético, se han simplificado tanto que da hasta pena verlas. Por fuera son simplemente correctas (comparadas con las maravillas del V), pero por dentro es que ni siquiera tienen diseño propio. Una interfaz nos muestra qué edificios podemos hacer y qué criaturas podemos reclutar, de una manera tan simplista que es como si le hubieran quitado el alma al juego. Una decepción enorme.
El combate me ha parecido exactamente igual que en el V, lo que tampoco es malo salvo que vayamos pregonando increíbles novedades. Pero en realidad no es igual del todo; son mucho más pesados, porque las criaturas hacen menos daño en general y cada vez que atacan salen un montón de datos y te pierdes. Ah, y la nigromancia tienes que utilizarla durante el combate. Ya no existe el hechizo "resucitar a los muertos" y ahora tienes que estar pendiente de usar esa habilidad, que se rellena según el daño que causes. Mal, muy mal.¿Y qué hay de la gestión de los héroes? Pues por un lado una cosa que me ha gustado mucho, que elijas las habilidades a tu gusto (ya no hay que esperar a que salga "logística"!). Lo malo: la mayoría son una mierda. Perdón: una puta mierda. Además, al utilizar las habilidades que no son pasivas ocupamos la acción del héroe. Si mereciesen la pena no habría problema, pero el combate es tan aleatorio que a veces echarle a los vampiros un aumento de defensa durante dos turnos no sirve de nada porque no les ataca ni Cristo.
En fin, impresiones del modo escaramuza. No he visto el modo campaña, que me han dicho que aburre un poco, ni los "linajes" o algo así, una mecánica de los héroes que le permite hacer cosas guachis pero que hace falta estar online para conseguirlas (¿¿¿???). Pero es bastante sintomático que ahora mismo tenga ganas de instalarme el V y no saber más del VI.
Pues bien, la sexta iteración de la saga trae unos cuantos cambios y los que he visto me han parecido a peor.
En primer lugar, el apartado gráfico se me antoja exactamente igual que el del capítulo anterior. Esto de hecho no es malo, en absoluto; es un juego que se disfruta igual así que en 2D. Pero en ocasiones los tiempos de carga del escenario son enormes sin razón aparente.
Las ciudades, que siempre habían tenido mucho peso estético, se han simplificado tanto que da hasta pena verlas. Por fuera son simplemente correctas (comparadas con las maravillas del V), pero por dentro es que ni siquiera tienen diseño propio. Una interfaz nos muestra qué edificios podemos hacer y qué criaturas podemos reclutar, de una manera tan simplista que es como si le hubieran quitado el alma al juego. Una decepción enorme.
El combate me ha parecido exactamente igual que en el V, lo que tampoco es malo salvo que vayamos pregonando increíbles novedades. Pero en realidad no es igual del todo; son mucho más pesados, porque las criaturas hacen menos daño en general y cada vez que atacan salen un montón de datos y te pierdes. Ah, y la nigromancia tienes que utilizarla durante el combate. Ya no existe el hechizo "resucitar a los muertos" y ahora tienes que estar pendiente de usar esa habilidad, que se rellena según el daño que causes. Mal, muy mal.¿Y qué hay de la gestión de los héroes? Pues por un lado una cosa que me ha gustado mucho, que elijas las habilidades a tu gusto (ya no hay que esperar a que salga "logística"!). Lo malo: la mayoría son una mierda. Perdón: una puta mierda. Además, al utilizar las habilidades que no son pasivas ocupamos la acción del héroe. Si mereciesen la pena no habría problema, pero el combate es tan aleatorio que a veces echarle a los vampiros un aumento de defensa durante dos turnos no sirve de nada porque no les ataca ni Cristo.
En fin, impresiones del modo escaramuza. No he visto el modo campaña, que me han dicho que aburre un poco, ni los "linajes" o algo así, una mecánica de los héroes que le permite hacer cosas guachis pero que hace falta estar online para conseguirlas (¿¿¿???). Pero es bastante sintomático que ahora mismo tenga ganas de instalarme el V y no saber más del VI.
martes, 18 de octubre de 2011
Portal
Hace ya tiempo que pusieron Portal gratis en Steam durante una semana. Me lo descargué ipso facto, ya que es un juego que ha alcanzado la categoría de culto.
Portal es la puta hostia.
Se trata de un título de inteligencia y habilidad, donde tienes que combinar constantemente ambas. Intentaré no lanzar spoilers, aunque son necesarios para explicar mejor el juego.
Comienzas despertando en una especie de cámara de estasis (que no éxtasis, la gente se confunde mucho con esta palabra). Una voz sintética te da la bienvenida y te anima a salir de la habitación para dar comienzo a las pruebas. Y así es como nos adentramos en los laboratorios de Aperture Science, como conejillo de Indias.
La mecánica del juego es sencilla. Consiste en abrir portales en superficies para alcanzar lugares altos, llevar objetos o jugar con las leyes de la física. Así dicho suena muy fácil, pero el juego tiene momentos muy difíciles.
Atravesaremos una serie de "habitaciones" con pruebas, en progresión creciente de dificultad. Al principio de cada una se mostrará en un panel un par de elementos a tener en cuenta, como uso de objetos o elementos mortales. Además, la misma voz que nos despertó da alguna pista (o no) y mensajes publicitarios, y es todo un amor. Se trata de GLADOS, personaje entrañable donde los haya, inteligencia artificial. Sus comentarios no tienen precio; os animo a pasaros el juego solamente por escucharlos.
La única pega: es muy corto. Me lo he pasado en unas tres horillas, y sólo he hecho trampa una vez (en una habitación he apilado una serie de objetos para continuar y me he saltado alegremente la prueba; espíritu de bugger).
Portal está muy cuidado, tanto en su estética aséptica como en sus voces y detalles. "The cake is a lie" es hoy día una frase recurrente en espacios geeks, así como el cubo de acompañamiento y las torretas. Pero es que es brutal cuando consigues eliminar a alguna y te dice "no te culpo".
En resumen, un juego altísimamente recomendable. Supone un reto a la inteligencia y es toda una delicia de humor negro. Me declaro fan incondicional de GLADOS.
"Te mataré. Y además te quedarás sin tarta".
Portal es la puta hostia.
Se trata de un título de inteligencia y habilidad, donde tienes que combinar constantemente ambas. Intentaré no lanzar spoilers, aunque son necesarios para explicar mejor el juego.
Comienzas despertando en una especie de cámara de estasis (que no éxtasis, la gente se confunde mucho con esta palabra). Una voz sintética te da la bienvenida y te anima a salir de la habitación para dar comienzo a las pruebas. Y así es como nos adentramos en los laboratorios de Aperture Science, como conejillo de Indias.
La mecánica del juego es sencilla. Consiste en abrir portales en superficies para alcanzar lugares altos, llevar objetos o jugar con las leyes de la física. Así dicho suena muy fácil, pero el juego tiene momentos muy difíciles.
Atravesaremos una serie de "habitaciones" con pruebas, en progresión creciente de dificultad. Al principio de cada una se mostrará en un panel un par de elementos a tener en cuenta, como uso de objetos o elementos mortales. Además, la misma voz que nos despertó da alguna pista (o no) y mensajes publicitarios, y es todo un amor. Se trata de GLADOS, personaje entrañable donde los haya, inteligencia artificial. Sus comentarios no tienen precio; os animo a pasaros el juego solamente por escucharlos.
La única pega: es muy corto. Me lo he pasado en unas tres horillas, y sólo he hecho trampa una vez (en una habitación he apilado una serie de objetos para continuar y me he saltado alegremente la prueba; espíritu de bugger).
Portal está muy cuidado, tanto en su estética aséptica como en sus voces y detalles. "The cake is a lie" es hoy día una frase recurrente en espacios geeks, así como el cubo de acompañamiento y las torretas. Pero es que es brutal cuando consigues eliminar a alguna y te dice "no te culpo".
En resumen, un juego altísimamente recomendable. Supone un reto a la inteligencia y es toda una delicia de humor negro. Me declaro fan incondicional de GLADOS.
"Te mataré. Y además te quedarás sin tarta".
lunes, 10 de octubre de 2011
Steve Jobs no ha muerto
En primer lugar, la gente que llegue a este blog y sea sensible, que se largue ya mismo.
En segundo lugar, Steve Jobs no ha muerto.
Es extremadamente fácil creer lo contrario. Todos los medios lo dicen, toda la gente lo comenta. Eso, por supuesto, es parte de su plan.
Dicen que el señor Jobs era un genio, un visionario. Dicen que era la rehostia. La verdad es que yo nunca tuve una opinión formada de él, sólo lo usaba para meterme con mis amigos fanboys de Apple. Pero la gente que sabe le alaba y se apena de su muerte (aunque no todo el mundo, el creador de GNU, software libre, se alegra de que desaparezca su influencia). Demasiado bueno para morir. Y ahí está la verdad.
Será un santo o un íoputa, pero es listo. Es listo y sabe que nada dura eternamente, ni siquiera una compañía con una legión de zombies comprando sus productos una y otra vez (no está de moda tener repetido el MacBook Air?). Así que ha decidido desaparecer del cotarro ahora que Apple está en su punto álgido. Como buen empresario ha cogido una cantidad de dinero que no podría gastar ni en dos vidas y se ha ido con otros grandes de la Historia, como Elvis, Freddy Mercury, Kennedy o Hitler*. Antes del batacazo del iPhone 4S, antes de que HTC les desbanque, antes de que la gente empiece a pensar. Steve Jobs no ha muerto, ha vendido su muerte.
Un epitafio en la página de Apple, sencillo y práctico, como la filosofía de la empresa. ¿Dónde están las fotos del cadáver? ¿Y el informe de la autopsia? Aunque todo esto, de aparecer algún día, estará obviamente falsificado. Y mientras ahí está él, en una isla paradisíaca (con acceso a internet) escuchando a Elvis en directo. Nos la ha colado bien.
Así que ya estáis avisados. No caigáis en esta artimaña propagandística y, cuando os crucéis con un tipo flaco, medio calvete y con gafas en algunas vacaciones en Hawaii, acordaos de esta entrada. Y hacedle una foto.
Hago una concesión a mi socio Pablo, que me pide que comente mi opinión sobre otro fenómeno: los muertos que no saben que están muertos. El mismísimo Mick Jagger, sin ir más lejos. Murió hace dieciséis años, de insuficiencia cardíaca, pero se niega a creerlo. Y ahí le tenéis, haciendo giras y vendiendo discos con un desparpajo que puede llamar a error. Ese hombre está muerto, y alguien tiene que hacerle entrar en razón. Es lo mejor para todos; no seguirá prostituyendo su carrera y dejará de preguntarse qué es eso que le sale de las orejas después de un buen concierto (el lóbulo parietal, me temo).
Otros personajes en similares situaciones son mi profesor de Percepción y atención, la reina de Inglaterra (espero que no me cierren el blog...), Súper Mario y la carrera de Mel Gibson (vale, chiste fácil). Estáis avisados.
* Nota para personas con poca inclinación a la ironía y bobos en general: esto es una broma. No estoy alabando al Führer ni hago exaltación del nazismo. Eso sí, que me aspen si Elvis no merece seguir vivo.
En segundo lugar, Steve Jobs no ha muerto.
Es extremadamente fácil creer lo contrario. Todos los medios lo dicen, toda la gente lo comenta. Eso, por supuesto, es parte de su plan.
Dicen que el señor Jobs era un genio, un visionario. Dicen que era la rehostia. La verdad es que yo nunca tuve una opinión formada de él, sólo lo usaba para meterme con mis amigos fanboys de Apple. Pero la gente que sabe le alaba y se apena de su muerte (aunque no todo el mundo, el creador de GNU, software libre, se alegra de que desaparezca su influencia). Demasiado bueno para morir. Y ahí está la verdad.
Será un santo o un íoputa, pero es listo. Es listo y sabe que nada dura eternamente, ni siquiera una compañía con una legión de zombies comprando sus productos una y otra vez (no está de moda tener repetido el MacBook Air?). Así que ha decidido desaparecer del cotarro ahora que Apple está en su punto álgido. Como buen empresario ha cogido una cantidad de dinero que no podría gastar ni en dos vidas y se ha ido con otros grandes de la Historia, como Elvis, Freddy Mercury, Kennedy o Hitler*. Antes del batacazo del iPhone 4S, antes de que HTC les desbanque, antes de que la gente empiece a pensar. Steve Jobs no ha muerto, ha vendido su muerte.
Un epitafio en la página de Apple, sencillo y práctico, como la filosofía de la empresa. ¿Dónde están las fotos del cadáver? ¿Y el informe de la autopsia? Aunque todo esto, de aparecer algún día, estará obviamente falsificado. Y mientras ahí está él, en una isla paradisíaca (con acceso a internet) escuchando a Elvis en directo. Nos la ha colado bien.
Así que ya estáis avisados. No caigáis en esta artimaña propagandística y, cuando os crucéis con un tipo flaco, medio calvete y con gafas en algunas vacaciones en Hawaii, acordaos de esta entrada. Y hacedle una foto.
Hago una concesión a mi socio Pablo, que me pide que comente mi opinión sobre otro fenómeno: los muertos que no saben que están muertos. El mismísimo Mick Jagger, sin ir más lejos. Murió hace dieciséis años, de insuficiencia cardíaca, pero se niega a creerlo. Y ahí le tenéis, haciendo giras y vendiendo discos con un desparpajo que puede llamar a error. Ese hombre está muerto, y alguien tiene que hacerle entrar en razón. Es lo mejor para todos; no seguirá prostituyendo su carrera y dejará de preguntarse qué es eso que le sale de las orejas después de un buen concierto (el lóbulo parietal, me temo).
Otros personajes en similares situaciones son mi profesor de Percepción y atención, la reina de Inglaterra (espero que no me cierren el blog...), Súper Mario y la carrera de Mel Gibson (vale, chiste fácil). Estáis avisados.
* Nota para personas con poca inclinación a la ironía y bobos en general: esto es una broma. No estoy alabando al Führer ni hago exaltación del nazismo. Eso sí, que me aspen si Elvis no merece seguir vivo.
miércoles, 5 de octubre de 2011
Móviles y videojuegos
Acaba de salir la "nueva" versión del iPhone, y como reclamo (bueno, uno de ellos al menos) utiliza la potencia gráfica. Y la potencia gráfica es sinónimo de videojuego, así que ya tengo excusa para hablar. Ya, ya sé, ni que las necesitara.
Oh, los gráficos. No puedo negar que me gustan los gráficos guachis. Al igual que una secretaria boba pero que está buena, un juego vacío que entra muy bien por los ojos es automáticamente bien valorado. Después ya vendrán las quejas y las escenas tipo novia de Brian, pero lo cierto es que hueles a vergüenza y a sudor. Sí, te lo has pasado porque tenía buenos gráficos. Me estoy liando con la metáfora.
El caso es que buenos gráficos=bien. ¿Correcto? NEIN! Nada más lejos.
Por ejemplo, un juego con gráficos bastante flojos, el Fallout 3. Uno de los mejores juegos de la historia. Ahora uno con graficazos del copón bendito: Final Fantasy XIII (y XIV, y XII, y XI...), más mierda que su puta madre.
Vale, y esto qué tiene que ver con los móviles. Pues resulta que el juego más sonado para móviles, el Infinity Blade, tiene gráficos impactantes pero es una puta mierda (aunque hay opiniones muy diversas al respecto; desde que es extremadamente monótono hasta que no cansa pasárselo una y otra vez). Y ahora sacan el 2, que a saber, pero seguro que es una puta mierda 2. Además, ¿quién quiere buenos gráficos en un móvil? ¿Quién quiere jugar a un videojuego en un móvil? Si te gustan los juegos tienes consola o PC. Y si no te gustan no te compras un juego para el móvil. Y sin embargo se venden, así que algo falla en mis cálculos.
Bueno, me estoy pasando de demagogo. En realidad algunos tipos de juegos SÍ que caben bien en un móvil. Por ejemplo, Angry Birds, Worms o Plants Vs. Zombies. Estos juegos son perfectos para echar una partidita mientras esperas el autobús; no requieren un mando, la jugabilidad es sencilla e intuitiva, y suponen un reto mientras generan diversión. Es más, yo pagaría por cualquiera de los tres si tuviera un móvil del futuro. Ah, pero resulta que todos tienen gráficos absolutamente mediocres. De dibujos animados. Lo que no resta ni un ápice al conjunto. No quiero pájaros ultradetallados ni gusanos realistas, quiero divertirme. Entonces, ¿para qué quiero un procesador de la hostia? Ni idea, oiga. Quizá para hordas de mil quinientos treinta y cuatro zombies.
Por supuesto, no pedimos a los pájaros, gusanos ni zombies una trama enrevesada ni un buen guión. No pedimos clímax ni escenas asombrosas. Cosas que a día de hoy son esenciales en un videojuego de consola o PC (que no sea de deportes, claro...). Así que, con los matices ya adquiridos, los móviles no sirven para jugar a la mayoría de videojuegos. Lo hacen bien con una curiosa minoría, pero hasta ahí. Por lo tanto, dejémonos de dobles núcleos si lo que queremos es matar a esos jodidos cerdos o reventar a esos malditos gusanos. La diversión, a veces, no requiere miles de dólares de desarrollo.
Oh, los gráficos. No puedo negar que me gustan los gráficos guachis. Al igual que una secretaria boba pero que está buena, un juego vacío que entra muy bien por los ojos es automáticamente bien valorado. Después ya vendrán las quejas y las escenas tipo novia de Brian, pero lo cierto es que hueles a vergüenza y a sudor. Sí, te lo has pasado porque tenía buenos gráficos. Me estoy liando con la metáfora.
El caso es que buenos gráficos=bien. ¿Correcto? NEIN! Nada más lejos.
Por ejemplo, un juego con gráficos bastante flojos, el Fallout 3. Uno de los mejores juegos de la historia. Ahora uno con graficazos del copón bendito: Final Fantasy XIII (y XIV, y XII, y XI...), más mierda que su puta madre.
Vale, y esto qué tiene que ver con los móviles. Pues resulta que el juego más sonado para móviles, el Infinity Blade, tiene gráficos impactantes pero es una puta mierda (aunque hay opiniones muy diversas al respecto; desde que es extremadamente monótono hasta que no cansa pasárselo una y otra vez). Y ahora sacan el 2, que a saber, pero seguro que es una puta mierda 2. Además, ¿quién quiere buenos gráficos en un móvil? ¿Quién quiere jugar a un videojuego en un móvil? Si te gustan los juegos tienes consola o PC. Y si no te gustan no te compras un juego para el móvil. Y sin embargo se venden, así que algo falla en mis cálculos.
Bueno, me estoy pasando de demagogo. En realidad algunos tipos de juegos SÍ que caben bien en un móvil. Por ejemplo, Angry Birds, Worms o Plants Vs. Zombies. Estos juegos son perfectos para echar una partidita mientras esperas el autobús; no requieren un mando, la jugabilidad es sencilla e intuitiva, y suponen un reto mientras generan diversión. Es más, yo pagaría por cualquiera de los tres si tuviera un móvil del futuro. Ah, pero resulta que todos tienen gráficos absolutamente mediocres. De dibujos animados. Lo que no resta ni un ápice al conjunto. No quiero pájaros ultradetallados ni gusanos realistas, quiero divertirme. Entonces, ¿para qué quiero un procesador de la hostia? Ni idea, oiga. Quizá para hordas de mil quinientos treinta y cuatro zombies.
Por supuesto, no pedimos a los pájaros, gusanos ni zombies una trama enrevesada ni un buen guión. No pedimos clímax ni escenas asombrosas. Cosas que a día de hoy son esenciales en un videojuego de consola o PC (que no sea de deportes, claro...). Así que, con los matices ya adquiridos, los móviles no sirven para jugar a la mayoría de videojuegos. Lo hacen bien con una curiosa minoría, pero hasta ahí. Por lo tanto, dejémonos de dobles núcleos si lo que queremos es matar a esos jodidos cerdos o reventar a esos malditos gusanos. La diversión, a veces, no requiere miles de dólares de desarrollo.
lunes, 3 de octubre de 2011
GAMEFEST 2011
Siento decepcionarles, pero este año no he asistido al magno evento. Desidia, pereza o incompatibilidad horaria, llámenlo como quieran. El caso es que más o menos ha sido parecido al del año pasado, con la sonora inclusión del Modern Warfare 3 (no hubo Black Ops en la anterior edición) y una stripper en el stand del Saints Row 3. Con suerte, mi socio squee colgará en su blog una reseña de la feria. Gracias a él sé que había un stand del final fantasy XIII-2, y si llego a saberlo antes habría ido de cabeza. Al menos para mear en el stand y que me echaran del sitio por defender mis creencias.
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