miércoles, 5 de octubre de 2011

Móviles y videojuegos

Acaba de salir la "nueva" versión del iPhone, y como reclamo (bueno, uno de ellos al menos) utiliza la potencia gráfica. Y la potencia gráfica es sinónimo de videojuego, así que ya tengo excusa para hablar. Ya, ya sé, ni que las necesitara.
Oh, los gráficos. No puedo negar que me gustan los gráficos guachis. Al igual que una secretaria boba pero que está buena, un juego vacío que entra muy bien por los ojos es automáticamente bien valorado. Después ya vendrán las quejas y las escenas tipo novia de Brian, pero lo cierto es que hueles a vergüenza y a sudor. Sí, te lo has pasado porque tenía buenos gráficos. Me estoy liando con la metáfora.
El caso es que buenos gráficos=bien. ¿Correcto? NEIN! Nada más lejos.
Por ejemplo, un juego con gráficos bastante flojos, el Fallout 3. Uno de los mejores juegos de la historia. Ahora uno con graficazos del copón bendito: Final Fantasy XIII (y XIV, y XII, y XI...), más mierda que su puta madre.
Vale, y esto qué tiene que ver con los móviles. Pues resulta que el juego más sonado para móviles, el Infinity Blade, tiene gráficos impactantes pero es una puta mierda (aunque hay opiniones muy diversas al respecto; desde que es extremadamente monótono hasta que no cansa pasárselo una y otra vez). Y ahora sacan el 2, que a saber, pero seguro que es una puta mierda 2. Además, ¿quién quiere buenos gráficos en un móvil? ¿Quién quiere jugar a un videojuego en un móvil? Si te gustan los juegos tienes consola o PC. Y si no te gustan no te compras un juego para el móvil. Y sin embargo se venden, así que algo falla en mis cálculos.
Bueno, me estoy pasando de demagogo. En realidad algunos tipos de juegos SÍ que caben bien en un móvil. Por ejemplo, Angry Birds, Worms o Plants Vs. Zombies. Estos juegos son perfectos para echar una partidita mientras esperas el autobús; no requieren un mando, la jugabilidad es sencilla e intuitiva, y suponen un reto mientras generan diversión. Es más, yo pagaría por cualquiera de los tres si tuviera un móvil del futuro. Ah, pero resulta que todos tienen gráficos absolutamente mediocres. De dibujos animados. Lo que no resta ni un ápice al conjunto. No quiero pájaros ultradetallados ni gusanos realistas, quiero divertirme. Entonces, ¿para qué quiero un procesador de la hostia? Ni idea, oiga. Quizá para hordas de mil quinientos treinta y cuatro zombies.
Por supuesto, no pedimos a los pájaros, gusanos ni zombies una trama enrevesada ni un buen guión. No pedimos clímax ni escenas asombrosas. Cosas que a día de hoy son esenciales en un videojuego de consola o PC (que no sea de deportes, claro...). Así que, con los matices ya adquiridos, los móviles no sirven para jugar a la mayoría de videojuegos. Lo hacen bien con una curiosa minoría, pero hasta ahí. Por lo tanto, dejémonos de dobles núcleos si lo que queremos es matar a esos jodidos cerdos o reventar a esos malditos gusanos. La diversión, a veces, no requiere miles de dólares de desarrollo.

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