jueves, 10 de febrero de 2011

Dawn of War II

Allá por 2004, THQ y Relic Entertainment sacaron al mercado un videojuego de estrategia para PC basado en el rico universo de Warhammer 40.000. No era la primera vez que se intentaba, y Games Workshop tenía la espina clavada de hacer un buen juego sobre su producto. Dawn of War fue ese juego. Con tres expansiones, muy buena nota en general y manteniendo el nivel con cada expansión, los chicos de THQ y Relic calaron hondo en el universo de Warhammer 40.000.
Todos queríamos una segunda parte. La primera, como pasa siempre, envejeció gráficamente y después de habernos pasado las campañas varias veces en la máxima dificultad queríamos cosas nuevas. No teníamos ni idea del cambio que iba a dar la (ahora) saga.
En 2009 vio la luz esta segunda parte, con un apartado gráfico muy ambiental y efectivo y un sistema de juego totalmente renovado. En la primera parte se utilizaba el clásico sistema de recursos y edificaciones; se lo quitaron de un plumazo, y muchos fans se rasgaron las vestiduras. En DOW II no hay gestión de recursos en absoluto. Es un juego orientado totalmente a la acción, continuamente, sin respiro. Vamos a ver si pongo un poco de orden en el post.

Capítulo de Cuervos Sangrientos, barcaza de combate Armageddon, en órbita sobre el planeta Calderis (que, si no recuerdo mal, es donde recluta este capítulo). Una invasión orka pone en peligro la estabilidad del planeta, y un despliegue rápido intenta acabar con la amenaza. Sin embargo, no tarda en complicarse la cosa.
La gestión de las misiones es relativamente libre. En la mayoría de los casos puedes elegir qué misión quieres realizar en el próximo turno, y esto tiene mucha importancia. Están las principales, hilo conductor de la trama, pero hay secundarias que otorgan interesantes beneficios (como más despliegues en un turno o mayor moral a las tropas). El planeta se ve de repente infestado de tiránidos, y otras misiones tienen que ver con reducir el nivel de aliens en la superficie. Para añadir un toque de estrategia, las misiones tienen un número de días para ser finiquitadas; si no has expulsado a los orkos de la baliza de comunicaciones la pierdes y tendrás que volver a por ella en el futuro. Mientras, los tiránidos presionan y los eldar minan la moral. Tienes que decidir cuáles son los puntos más importantes y correr a ellos, siendo de muchísima ayuda los despliegues múltiples. Sin embargo, tarde o temprano tendrás que elegir qué vas a mantener y qué vas a perder; no siempre se gana en DOW II.También es importante hacer las misiones de forma rápida, matando mucho y con pocas bajas. El juego te recompensa si cumples estas premisas, auqnue muchas veces es imposible (si quieres matar a todo el mundo tardarás más y te expones a tener bajas).
Las misiones en sí son de varios tipos: capturar un objetivo, eliminar a un personaje importante y aguantar la embestida de múltiples unidades enemigas. Tiende a ser repetitivo, pero como hay tarsfondo de por medio se hace llevadero.
Durante cada misión controlas varias escuadras de Marines Espaciales, cada una liderada por un importante miembro del capítulo, y a tu personaje, que va solo. Puedes llevar tres escuadras más comandante, y hay un total de cinco disponibles, por lo que para cada misión tienes que elegir la combinación más adecuada; vemos otro toque de estrategia aquí. Las escuadras son:
- Táctica: flexible, buen disparo, buen CQC, buena armadura.
- Devastadores: armas pesadas, brutales a distancia.
- Exploradores: expertos en infiltración, armadura ligera.
- Asalto: en CQC no tienen igual.
- Dreadnought: máquina bípode de combate, capaz de machacar cualquier enemigo de tamaño humanoide.
Como decía, cada escuadra está formada por el personaje y unos pocos marines anónimos (excepto el Dreadnought, por supuesto). Las bajas siguen un orden, pues toda la escuadra comparte vida: primero los anónimos y después el personaje. Para revivir al personaje hace falta que otro le reanime, pero para cubrir las bajas es necesario estar cerca de una baliza de teleportación (elementos del escenario colocados aleatoriamente en el mapa, habitualmente bien defendidos).
Durante la misión daremos órdenes como de costumbre: clic en la escuadra y clic en el terreno para moverse o enemigo para atacar. Hay habilidades especiales, como siempre. Iremos recibiendo equipo en las misiones o como recompensa, con lo que mejoraremos sustancialmente los stats de nuestros líderes (mejores armas, mejor armadura, bombas de fusión, estandartes...). Es muy importante dejar a las tropas tras cobertura, parte clave de un buen enfrentamiento, e intentar sorprender al enemigo. Debes atravesar un escenario de tamaño y ambientación variable y enfrentarte a un poderoso enemigo, por ejemplo un Brujo eldar o un Cárnifex tiránido. En estos últimos enfrentamientos se debe tener mucho cuidado, pues en poco tiempo puedes verte sobrepasado por ataques brutales y oleadas de sirvientes de este personaje.Gráficamente el juego no es de última generación, pero tampoco lo necesita. La ambientación es oscura cuando debe, misteriosa cuando lo necesita y sangrienta siempre. El juego se ve muy bien desde la cámara predeterminada. Los escenarios están muy bien construidos y representan paisajes como áreas desérticas o ciudades imperiales.
La música es muy épica, una constante en la saga, y ambienta a la perfección. Los efectos de sonido transportan al universo de Warhammer, con bólters tronando, espadas sierra desgarrando y gritos por doquier.
No puedo hablaros del doblaje, porque jugué en inglés, donde las voces estaban muy bien escogidas. Entre misión y misión siempre hay un pequeño interludio donde te cuentan cosas sobre la situación actual o elogian que hayas mantenido una baliza de comunicaciones.
La historia tiene su gracia, no es una novela pero mantiene enganchado al jugador. La última misión es especialmente épica.No puedo hablaros del modo multijugador, poque no he probado esta faceta.
En general es un juego que, pese a romper drásticamente con su predecesor, merece la pena. Gusta especialmente a los fans de la acción, y quizá deje un poco fríos a los amantes de la estrategia clásica. Los veteranos del juego de mesa lo encontrarán muy interesante, aunque indiscutiblemente el protagonismo cae en los marines (y hay mucho anti marine suelto). En las expansiones se pueden utilizar otras razas, pero nunca lloverá a gusto de todos.
Para termianr, una máxima sobre el Credo Imperial: no hay nada que un buen bombardeo orbital no pueda solucionar. Gloria al Emperador.

2 comentarios:

  1. Muy buena entrada compañero, todo muy clarito y con ganas de saber más. Una lástima que en mi ordena no funcione porque no me importaría probarlo.

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  2. La verdad es que no pide mucho; si al final te pillas un ordenador nuevo, moverá el juego seguro.
    Me alegro de que te haya interesado :)!

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