Tras pasarme la campaña del Modern Warfare 3 y echar una cantidad suficiente de horas al online, puedo decir que estoy harto. La guerra moderna, al menos desde el enfoque callofdutiesco (toma palabro), está más que agotada.
La campaña es ridícula a todas luces, no sólo por su duración (5 horas y 25 minutos, lo juro, lo pone en el menú), sino por lo insulso/absurdo de su argumento y falta de situaciones divertidas. Te ponen en la cabina de un tanque y ni te dejan disparar el cañón principal. Demasiadas zonas "sobre raíles". Un disparo de francotirador épico que NO te dejan realizar debido a que el guión mierdero tiene que continuar. Un desastre en todos los aspectos.
El multijugador prefiero no comentarlo. Soy de la escuela Black Ops y este se me antoja extraño y más aburrido. Obviamente las horas invertidas en el Black Ops sesgan muchísimo mi opinión.
A lo que iba, se acabó la gracia. El soplo de aire fresco ya ha sido respirado por tantas personas que mataría al pobre que suspirara cerca.
Venga, lo voy a decir.
Echo de menos un shooter de la II Guerra Mundial.
El problema es que se trilló bastante. Sin embargo, casi siempre desde la perspectiva de los aliados (norteamericanos para más inri). Pero es imposible pensar en un shooter en el que controles al ejército nazi, porque hoy día las sensibilidades están a flor de piel.
¿Qué rumbo debería tomar la industria? En primer lugar, que aprendan un poco de Deus Ex, por favor. En segundo, ya basta de copias. Se dice que el próximo de activision es Blak Ops 2; me encanta la Guerra Fría, pero no tengo nada claro que vayan a hacer un juego interesante. Al menos no es un género muy trillado en los shooter...
El tercero decídmelo vosotros. Deberíais pasaros el Shadows of the damned, por cierto.
El tercero debería ser apostar por ideas nuevas. No hace falta salirse totalmente de lo marcado, casos como Bioshock donde apuestan por la ambientación son ejemplos donde se ve que no todo tiene que ser ''Top ventas 4''.
ResponderEliminarUn Call of Duty desde el punto de vista nazi podría quedar muy bien sin necesidad de entrar en la sátira o la frivolidad. A bote pronto se me ocurre interpretar a un soldado que va escalando por sus méritos a la vez que ve con sus propios ojos cómo la guerra se está perdiendo poco a poco.