En esta ocasión os voy a hablar de otro juego para Psp, Fate Extra, juego basado en la famosa franquicia de Fate Stay Night. Como imagino que no os leeréis el link a wikipedia (¬¬) os expongo un pequeño resumen de la historia en el juego. Interpretaremos a un estudiante que se ve inmerso en la guerra por el santo grial, una guerra que se ha repetido a lo largo de la historia donde los magos buscan conseguir el preciado objeto. Para ello tendremos la ayuda de un sirviente, un guerrero de la historia y/o el folclore popular muy caracterizado a lo japonés que nos acompañará en todo el juego. Es él el que pelea en los combates, al que damos órdenes y con el que compartiremos todos nuestros pensamientos a medida que avanzamos en el juego derrotando a otros maestros y sus sirvientes homónimos.
Nuestro instituto, nuestro mundo
Prácticamente todo el juego se desarrolla en un instituto, el típico y tópico de todas las historias sin nada realmente especial. Al ser un lugar tan cerrado nos aprenderemos enseguida las localizaciones lo cual, por lo menos para mí, es un acierto visto cómo manejan hoy en día los videojuegos el desplegar escenarios de aventura: grandes, vacíos, insulsos en definitiva. No perderemos mucho el tiempo corriendo de un lado para otro, lo cual no quita para que no haya típicos detalles y guiños si nos ponemos a toquetear todo lo que nos encontremos.
Al ser el campo de batalla los demás maestros son en su mayoría otros estudiantes que se han visto involucrados sin quererlo en esta guerra. Nosotros tendremos que vencer específicamente a 7, a razón de 1 por semana. Cada semana el grial elimina a la mitad de los maestros, los perdedores en las batallas, muriendo tanto el maestro como el sirviente. Y esto se notará en el instituto, cada vez más vacío, con menos ánimos entre los supervivientes, historias particulares que cambian cada semana a medida que la muerte invade los pasillos. Es sorprendente cómo un marco tan reducido te mete mucho más en la historia que las supuestas grandes epopeyas finalfantaseferas
¿Y a nosotros qué tal nos irá? Nuestro alter ego tiene amnesia y es un cero a la izquierda en cuestión de magia, sirvientes y toda la parafernalia que le rodea. Solo sabe que esto va en serio y que o matas o mueres por lo que tiene que aprender rápido.Cada día es único y los 7 días de la semana tienen que ser aprovechados al máximo.
Como veis a mí la ambientación me ha encantado, de lo mejorcito en mucho tiempo. Llegas a identificarte muchísimo con el protagonista, un simple estudiante que no sabe muy bien de qué va todo este rollo del santo grial. Y no solo con él, cada tándem maestro-sirviente es una historia nueva, descubriendo a lo largo de la semana sus secretos y motivaciones para poder afrontar la batalla.
El sistema de combate
Este es uno de los puntos particulares del juego. Luchamos por turnos, como siempre, pero nuestros comandos no son los clásicos precisamente. Cada ronda de combate se divide en 6 pasos donde tendremos que elegir entre tres acciones: atacar, bloquear o romper. Atacar supera a romper, bloquear a atacar y romper a bloquear; sí, el piedra-papel-tijera de toda la vida hecho videojuego.
El enemigo elegirá los suyos y nosotros tendremos que deducir qué ha elegido él para poder hacerle daño. Imaginemos los 3 primeros pasos del enemigo: atacar, atacar, bloquear. Si nosotros hacemos bloquear, atacar, romper el primer ataque lo pararemos y le haremos daño, el segundo será empate que no hará nada habitualmente y el tercero le haremos daño directo. ¿Se entiende más o menos?
No sabremos qué ha elegido el rival por lo que empezaremos tirando de intuición para más tarde hacerlo de memoria. A medida que subimos de nivel vemos más elecciones que hace el enemigo, si en nivel 1 de los 6 pasos vemos que en el quinto hace bloquear podemos pensar que el siguiente a lo mejor es atacar; en nivel 2 veríamos ya 2 de los pasos y así sucesivamente aunque creo que nunca podemos ver más de 4.
A mí me ha gustado mucho pero creo que brilla especialmente con los jefes finales, siendo más pobre para los combates habituales. En los primeros haremos batallas espectaculares donde tendremos que pensar muy bien cuándo utilizar habilidades para interrumpir los pasos, si lo hará el sirviente enemigo, si merece la pena curarse en el cuarto paso o en el quinto...muchas variables. En cambio con los enemigos normales dependemos más de la suerte ya que gastar recursos en ellos no suele merecer la pena (al ser días autoconclusivos no es fácil entrenar por entrenar) lo que hace que nos la juguemos más y si tenemos mala suerte y nos engancha unos cuantos seguidos puede matarnos de golpe. Además la variedad de enemigos es muy pequeña (lo asqueroso de cambiar de color a monstruos antiguos como si fuesen nuevos) por lo que nos aprenderemos su rutina, haciendo estos combates algo aburredetes. Pero bueno, ¿en qué juego de este tipo no asumimos que suelen ser mero trámite?
La carrera por el Grial
Con estas bases ya nos hacemos una idea de cómo es el juego. Cada semana tenemos un rival nuevo y tendremos que recolectar pistas para descubrir su identidad y técnicas de combate. La historia avanza muy rápido y te sorprende prácticamente cada día. Iremos subiendo de nivel, recogiendo objetos, mejorando nuestro equipo y aprendiendo habilidades.
Para mí es un aire fresco en el saturado mundo de los rpg´s, sin tener que usar estrambóticas historias, miles de personajes, 3 dvds y clichés explotados hasta la saciedad. En la sencillez también hay encanto y este juego es una buena muestra de ello.
¿Y merece la pena? Quiero decir, por el análisis la mecánica parece que se basa en hablar con la gente (que siempre tiene su gracia) y jugar a un juego de azar.
ResponderEliminarMerece mucho la pena hombre. Hablar con la gente está muy bien y el sistema es azaroso al principio, luego te haces con él perfectamente. Pero qué te voy a contar a ti, si no te dan un mp5 en primera persona el juego no funciona. :P
ResponderEliminarWOOOOOOOOO no sabía que te hubieras apuntado a Demagogia Clásica. Que sepas que no toco un CoD desde hace cosa de un año!
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