Uncharted: El tesoro de Drake

Gracias a dos de mis socios he podido probar el Uncharted, juego que pasó desapercibido para mí pero con el que me he llevado una grata sorpresa.
Se trata de un juego de aventuras/exploración, con mucho a la antigua usanza. En ocasiones me recordaba a los grandísimos Tomb Raider, a día de hoy arrastrados por los suelos. Vamos a detallarlo. (Spoilers por doquier).
En Uncharted te pones en la piel de Nathan Drake, descendiente del famoso pirata Francis Drake, divertido personaje histórico adicto a robarnos el oro a los españoles.
Como todo buen cazatesoros de ficción, está bueno, vive unas aventuras de la hostia y se liga a una tipa de muy bien ver. No tengo nada en contra de todo esto, salvo porque me habría gustado ver una escena de sexo de ésas que pido cada dos por tres.
Volviendo al tema, el juego se estructura en secuencias de exploración, acción y resolución de puzzles. Veámoslas punto por punto.
La exploración está bastante conseguida, pues los chicos de Naughty Dog han escondido hábilmente 60 pequeños tesoros que, de ser encontrados, nos reportan extras. Esto provoca que el jugador se interese por recorrer los escenarios fijándose en los detalles, pero me temo que en general el juego es lineal (comparado con aquéllos Tomb Raider con varios caminos distintos).
Los escenarios merecen una reverencia; asombrosos. Desde las majestuosas vistas al borde de un arrecife hasta el interor de un búnker abandonado, Uncharted está muy cuidado en el aspecto estético (mención especial al submarno alemán encallado en el río, absurdo pero mola un huevo).
Además, mientras avanzas en el juego, el sol va trazando su órbita y la iluminación cambia cuando revisitas alguans zonas; el crepúsculo es toda una gozada.
Las secuencias de acción están muy bien tratadas. El uso de coberturas es imprescindible, factor en el que en su día seguro que sobresalió Uncharted (ahora está muy de moda). Hay muchas armas y la dificultad es lo suficientemente ajustada, y los enemigos tienen una IA justita pero efectiva.Es en los puzzles donde decepciona; todos son muy fáciles. Aunque están hábilmente entrelazados con notas en el cuaderno de Drake (el pirata), son tan facilones que no generan interés.
Ah, y la ambientación. Sobresaliente. En todo momento nos sentimos en medio de una colonia española del XVI, cuando el Imperio estaba en todo su esplendor. Bibliotecas, catacumbas, patios, claustros, cementerios... La música está a la altura, y en ocasiones es imposible no acordarse del enorme Vangelis y su Conquest of Paradise. Bravo por todo ello.
Pero hay una cosa que pulir: el control. Incontables veces me he caído de una liana porque Drake (el buenorro) a veces obedece a sus propios instintos, o me he cubierto por la parte errónea de una cobertura. A ver si en le 2 ha mejorado.
La historia está bastante maja, y aunque a veces es previsible, funciona muy bien. Me encantó que hubiera tema sobrenaturales, y por supuesto el juego me ganó del todo cuando aparecieron los nazis (o sus restos).

En resumen, es un juego que se disfruta mucho, rejugable, y que recuerda a la época gloriosa de los juegos de aventuras. Recomendado, porque además seguramente esté muy muy barato.