martes, 10 de noviembre de 2009

Left 4 Dead



No, no estoy muerto. Aún.
Me apetece jugar al Left 4 Dead, con tanta propaganda que le están dando al 2. La verdad es que se trata de un juego muy divertido, aunque agote su fórmula a las pocas horas. No pasa nada, porque a los que nos gusta la simpleza de ir por ahí pegando tiros a zombies nos pueden dar las 6 de la mañana con él.
Para quien no lo conozca, se trata de un videojuego que convierte en interactiva la película "28 días después". Shooter en primera persona, abundante munición y miles de enemigos. Los zombies, infectados, o lo que Dios quiera que sean de Left 4 Dead son unos hijos de puta que corren como condenados y se lanzan en masa a por ti y tus tres compañeros. La sensación de pegar escopetazos a una horda de zombies debería ser un derecho constitucional. Además también tiene toques de terror, pues abundan las casas abandonadas y los paisajes porotípicos (bosque, alcantarillas...). Más de un bote he pegado cuando giras un recodo y la linterna ilumina un rostro abalanzándose. Porque otra genialidad es que el juego está lleno de lugares ocuros, y lo único que ves a veces es el foco minúsculo de tu linterna.
Controles sencillos, trama prácticamente inexistente, diversión absoluta. Eso es lo que ofrece Left 4 Dead, cuya segunda parte no es más que lo mismo con mejores gráficos, más vísceras y algún modo de juego extra. Nunca me han molestado en exceso las vueltas de tuerca, así que no seré de esos que lo echan por tierra por no innovar.
Recomendado como desestresante.

1 comentario:

  1. La sensación de pegar escopetazos a una horda de zombies debería ser un derecho constitucional.

    AMEN.

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