miércoles, 19 de mayo de 2010

El Final Fantasy VIII fue un hito en la historia de la primera PlayStation. Un juego amado por muchos, criticado por pocos, sobre el que pendía el peso del FF VII. La octava entrega estaba encargada de mantener el listón, si no ya de subirlo, pese a todos los fangamers que tiene el VII. Y la verdad es que no sé si lo consiguió, pero lo cierto es que aún se le menciona por ahí, quizá en el tercer "puesto Final" (generalmente VII, X y VIII).
Pues hace poco estuve jugando de nuevo, en casa de un amigo, y lo cierto es que me resultó un tanto caótico y un bastante aburrido. Vimos la escena en la que Rinoa se pierde en el espacio, y la verdad es que he presenciado pocos momentos más absurdos en la historia de un videojuego. No me detendré en los detalles, pero sólo decir que tras aparecer el mensaje "la reserva de oxígeno se ha agotado" pasan como 10 minutos de juego y nadie se muere asfixiado. Debe de ser la magia, eterna aliada de los momentos absurdos.
Pero gracias a las mentes llenas de imaginación y sarcasmo de los jóvenes no-tan-jóvenes de hoy en día, hicimos la versión con comentarios del director de toda la escena, con resultados hilarantes. Hacía tiempo que no me reía tanto con un videojuego. Lo cierto es que Juanma acabó un poco sobrecargado con tantos comentarios, pero seguro que con una segunda sesión acaba apreciando las bondades de machacar a los guinistas.
Eso sí, antes los juegos eran difíciles. Y eso molaba. Estuvimos como hora y media para conseguir una puta carta de un personaje (una especie de subjuego dentro del FFVIII, cosa fina, oiga). ¿Podríais decirme un juego actual que os haya supuesto alguna dificultad?

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